En función de la edad, la llegada de un bebé puede provocar en el hermano mayor:
- Si es menor de un año y medio: Normalmente a estas edades los pequeños tienen la sensación de que el otro hermano siempre estuvo allí. Puede ocurrir que vuelva a pedir de nuevo el chupete y trate de imitar comportamientos de etapas anteriores, pero tranquilos ya que esto durará poco.
- 3-4 años: A estas edades suelen volver a comportamientos propios de edades inferiores ocasionados por el miedo de perder el protagonismo del que disfrutaban con anterioridad.
- 6-7 años: A estas edades son muchos más conscientes de lo que supone la llegada de un nuevo hermano, para lo bueno y para lo malo. Lo que realmente les molesta a estas edades es la continua alusión a "Pórtate bien y dale ejemplo a tu hermano" o " Cuida de él, que eres el mayor". Hay que tener especial cuidado con no cargarle de responsabilidades.
Con la llegada del nuevo miembro de la familia es muy natural que puedan surgir los celos y rivalidades entre hermanos. El mayor se siente destronado por el más pequeño y ve como los padres dedican parte del su tiempo al cuidado del hermano.
¿Por qué viene promovida la rivalidad entre hermanos?
La rivalidad entre hermanos viene promovida por tres impulsos:
- Para atraer la atención de los padres: Todos los niños desean atraer al máximo la atención de sus padres y cuando ven que no son los únicos que acaparan dicha atención tratan de imitar ciertos comportamientos propios de sus hermanos más pequeños para acaparar la misma atención que se le presta al bebé. Estos comportamientos pueden ser: chuparse el dedo, lenguaje más infantil, hacerse pipí encima...
- Para tener poder: El hermano mayor buscará dicho poder a través de su talla, edad... mientras que el más pequeño buscará otras cualidades que le permitan lo mismo, por ejemplo, ser más listo, más guapo, etc.
- Para tener más cosas.
Preparación para la incorporación de un nuevo miembro:
La llegada de un nuevo hermano va a suponer un gran cambio para la vida del hermano mayor, es por ello por lo que debemos de conseguir una transición armónica para esta nueva fase de la vida familiar.
- Hablarle del nuevo hermano haciéndolo partícipe de los preparativos y compartiendo con él la experiencia de la espera.
- Permitir que el hermano mayor ayude en los cuidados del bebé, siempre bajo vigilancia y sin sobrecargarlo de responsabilidades.
- Reservar tiempo para el hermano mayor, que no se sienta desplazado y que vea que sus padres siguen teniendo tiempo para él sólo.
- No ceder ante el chantaje, no permitir que el mayor trate de utilizar la llegada del pequeño para conseguir lo que quiera en cada momento, recuerda que las normas establecidas han de seguir presentes
- Refuerza mucho aquellos comportamientos que nos agradan para que el niño sea consciente de que de esa forma va a captar nuestra atención y trata de ignorar aquellas conductas negativas.
- Recuerda utilizar en la frase elogiadora las palabras "hermano mayor" para evitar que el niño trate de imitar las conductas propias del bebé, haciendo que se sienta orgulloso de ser el mayor.
